La Magia de hacer posible lo imposible

En el encuentro de hoy te propongo el siguiente ejercicio: prueba conectar con tu entorno de un modo diferente. Cuando salgas a la calle te invito a que observes y escuches, sin juzgar, qué dice y hace la gente. En eso que dicen tal vez descubras que la mayor parte de lo que manifiestan está compuesto de quejas y críticas hacia otras personas. Es decir, justificaciones de porqué no han hecho algo y automáticamente hablar de otra persona que fue la “causante” de esa imposibilidad. Cuando hablo de otra persona consideren que también puede ser una figura simbólica: entidad jurídica o bien política, una institución representativa de algún poder. ¿A qué me estoy refiriendo al proponerles ese ejercicio? A que prueben detectar cómo el discurso de las personas está plagado de justificaciones o mejor dicho, de limitaciones… Y aquí está el punto… Ahora te preguntaría, ¿te quejas frecuentemente? ¿Es común que tus frases “célebres” sean “si hubiera”, “podría haber…”, “así tendrá que ser…”, “no es para mí…”? Si te sientes identificado con lo mencionado anteriormente entonces comprenderás que esos ejemplos son muestras de una situación manifiesta que estará en cada quien indagar en las raíces de esa cuestión.
El paso siguiente entonces consiste en que analices si hubo cuestiones en tu vida a las cuales en algún momento pusiste foco y atención y a las cuales jamás lograste acceder. Ya sea por un infortunio de último momento, porque alguien se interpuso o un caso fortuito no lo permitió… Si logras descubrir un hilo conductor en todas esas situaciones truncas de tu vida tal vez encuentres un dato clave y un común denominador, ese sería un avance. Tal vez te preguntes qué sentido tiene hacer esas indagaciones ya que fueron “cosas que sucedieron”... pero en realidad lo interesante sería que comiences a considerar que sí hay conexión con lo que sucede en el afuera mucho más de lo que eres consciente. Esos frenos que te encontraste en el afuera, esas limitaciones que no te permitieron alcanzar lo que querías en tu vida, son tuyas… Tus propias limitaciones proyectadas en el afuera, y comprendo que al principio no lo creas y te parezca un tanto ilógico… pensar: “¿yo mism@ soy quien se limita? no es posible…”. El asunto es que sí y tiene su lógica también. El psiquismo se nutrió de diversos conceptos, los cuales se absorbieron conformando creencias y a través de los cuales se conformó la personalidad. Esa personalidad funcionando como escudo o coraza para interactuar con el mundo sin sentir que te pierdes en ese mundo… De ahí que se afirme tanto esa idea del individuo separado de su entorno, es la forma que encontró el ego de protegerse. Y como toda cuestión, en un punto funciona pero también tiene su contracara y justamente en este caso es, que te crees que eres ese cúmulo de creencias y lo sostienes y defiendes durante toda tu vida. Cuando de niñ@ te decían que no eras bueno para las matemáticas y que tenías perfil para lo humanístico casualmente se ve reflejado cuando tu mism@ de adulto te encuentras diciendo que no te gustan los números y te has recibido de profesor de historia… Ese simple ejemplo es a modo de ilustrar cómo desde que somos niños tomamos lo que el afuera nos dice que somos y compramos ese discurso. De ahí que luego surjan los cortocircuitos porque resulta ser que hay cuestiones que conocemos fuera del cascarón conocido que nos atraen pero no tenemos acceso.
Desde el punto de vista astrológico, sería vivir tu carta natal de un modo programado en función del condimento dado por la historia familiar particular, ese “qué” que es tu carta la vives de un “cómo” dado por tu familia particular. Esas energías cristalizadas las vives en el fondo repitiendo una y otra vez lo mismo cambiando aparentemente los personajes y escenarios de turno.
Entonces, ante esta situación detectada, qué hacer?
Aquí es donde las energías astrales brindan posibles claves con las cuales transitar el proceso que se te plantea en ese momento. A nivel astrológico, los planetas Saturno y Júpiter, conocidos como planetas sociales, son quienes conforman la estructura con la cual luego te relacionas con tu entorno, de ahí su nombre de “sociales”. Es fundamental conocer qué estructura te sostiene, qué personaje estás actuando, qué libreto estás interpretando y desconoces. O sea, conocer tus energías más personales (Sol, Luna, Mercurio, Venus, Marte) y comprender qué te proponen las energías transpersonales (Urano, Neptuno, Plutón). Se llaman transpersonales porque justamente se vivencian más como cuestiones que se plantean en el afuera, como escenarios ante los cuales dar respuesta que una característica interna de la persona.
En síntesis, el considerar lo que las energías transpersonales te proponen implica comprender que tienes la posibilidad de conectar con tu potencial creativo desafiando la estructura de base (Urano), tu sensibilidad y conexión con otros órdenes de realidad, apertura espiritual (Neptuno) y comprensión profunda de la pulsión de la vida, del dolor como parte de un proceso evolutivo y de transformación (Plutón). Animate entonces a explorarte y desafiarte en pos tu crecimiento interior, es tu decisión…
Estas temáticas y muchas más las desarrollo en los Talleres que brindo a través de Escuela Etika como así también la posibilidad de comprenderlas en profundidad a través de las consultas astrológicas que brindo. Si te interesa Descubrir qué hay en tu interior y Aprender a su usarlo a tu favor, la Astrología Iniciática es una interesante herramienta a considerar…
Para más información escribime a: ccapmany@hotmail.com.
Nos encontramos la próxima semana! Gracias!