Existe una gran necesidad en general de las personas de reafirmarse y a su vez, que les confirmen cómo son realmente. Si te elogian, te alegras, si te critican, te molestas… o sea, tu ánimo depende de si te levantan el pulgar o te lo bajan. Eso denota gran inestabilidad ya que el afuera es quien “define” el bienestar emocional de una persona en definitiva. Y claro, tiene cierta lógica ya que desde el momento que aparecemos en este mundo, de lo que se trata es de que seas aceptad@ y reconocid@. La dependencia inicial queda dicha en ese llanto solicitando alimento, cobijo, cariño…. y sumándole todas las experiencias que cada quien haya vivido en esos primeros años de vida, son cruciales al momento de definir qué surcos han quedado en tu psiquismo y por lo tanto, cómo actuarás en consecuencia.
Surge entonces una búsqueda desesperada en definir quién eres en realidad, si no encuentras las respuestas, vas a quienes pueden “darte una pista” y aquí aparecen, entre las opciones, la consulta astrológica. Entonces, ¿hay que hacer la consulta astrológica?
Hay configuraciones que hacen alusión a características de la personalidad, entonces sí es posible detectar en ese mapa vibracional “algo” de lo que te caracteriza.
La cuestión es que esas energías con sus configuraciones particulares (posiciones que definen determinadas relaciones) se “cristalizaron” de una forma determinada y no de otra. ¿Qué hace entonces que haya sido de ese modo y no de otro? ¿Qué hace que dos personas que, por ejemplo, tienen al planeta Marte muy resaltado en carta hagan que una sea una persona violenta al punto de asesinar y otra sea un cirujano que salva vidas? Obviamente que ahí interviene la historia personal, el entorno que entramó esa persona. y por qué una persona nació en un entorno carente y otra en un entorno más contenido ya responde a información que trasciende nuestro raciocinio, desde lo filosófico es posible decir que es porque “ya estaba escrito” pero más que eso no es posible decir, por ahora…
Entonces, entre las posibles variables que se toman de una carta, es posible comprender, por qué una persona con exceso de un elemento inclina sus conductas en función de ese elemento. Allí los elementos, aire, tierra, fuego, agua, marcando temperamentos y en lo que hace a la carta toda viendo de qué modo vibra al unísono, tapando aquellos agujeros que la desestabilizan. El tema es que la persona vivirá esos “agujeros” o tensiones energéticas de su carta como actitudes compulsivas, ataques de ansiedad, actitudes fuera de control, etc.. es decir, búsquedas desesperadas de “equilibrar” lo que tironea, lo que la desestabiliza. La cuestión es que como no es consciente, esas “explosiones” se producen cuando menos la persona se lo espera. Desde lo astrológico, gracias a conocer esas características, sumando los tránsitos y ciclos, hay posibilidad de anticiparse a las posibles tormentas venideras.
La cuestión que sería interesante preguntarte es, ¿para qué te sirve conocer todo eso? Una vez que tenés el panorama de tu “personalidad”, ¿qué sigue?
A lo sumo te anticiparás a lo que viene y luego qué? Es atajar los piedrazos o en realidad, el Universo te está proponiendo algo más?
Aquí es donde está la gran trampa…. las personas pareciera que simplemente quieren reafirmar o confirmar lo que el astrólogo/a de turno le dice si es “lindo” y escuchar algo diferente “si es feo”, y “cuidarse” o “protegerse” de las “malas rachas”. Pero siempre en el mismo plano de acción.
Si haces una consulta en donde escuchas tus características y tus “dones” o sea, lo que te fue dado programadamente, no saldrás del círculo en el cual estás atrapad@.
La pregunta que tendrías que hacerte es; ¿hay otra forma de vivir tus energías? Es posible explorarlas en niveles superiores? ¿Qué implica eso? Y aquí es donde ingresas a un nivel más elevado de lo astrológico ya que no se trata de que conozcas lo que vendrá para conocerte sino que además está la posibilidad de cambiar esa actitud aparentemente cristalizada. Volviendo al ejemplo que mencioné anteriormente, ¿el asesino tiene posibilidad de convertirse en cirujano? No solamente tiene esa posibilidad sino que esa energía puede ser llevada a niveles aún mayores porque el Universo y su Creación no tiene techo. Está en cada quien atravesar los límites que su mente le pone y avanzar en su crecimiento.
Ojalá hayas disfrutado de estas líneas, nos encontramos la próxima semana. Que el logos sea tu guía. ¡Hasta pronto!