Todo proceso en nuestras vidas comienza por asumir situaciones que nos desagradan, luego de negarlas, de querer acomodarlas, de justificarlas, nos damos cuenta que “la cuestión” nos supera. En esta descripción cada uno incluirá lo que sea que esté viviendo: una relación insoportable, por más que viendo a sus padres que se aguantan, la persona NO lo soporta, un trabajo insalubre, haciendo temblar la frase “ganarás el pan con el sudor de tu frente”, etc.
En los ejemplos que mencioné antes, hay detrás “verdades” que defendimos y a las cuales adherimos sin darnos cuenta en un principio lo que había de base. Cuando nos atrevemos a reconocer que lo que estamos viviendo no nos agrada en absoluto y ya estamos sintiendo el ya no más, viene la segunda parte y es, la opinión del entorno. Y ahí es cuando se nos presenta la siguiente prueba ante la cual solemos trastabillar y resignarnos. Por más que nuestro entorno nos diga que no es para tanto, que la vida en pareja tiene sus bemoles, que el trabajo es así y otras frases conformistas AQUÍ es cuando tenemos la oportunidad de cuestionarnos realmente qué queremos para nuestra vida. Entonces hay que asumir que nuestro entorno cercano es probable que no nos apoye en ese cuestionamiento o en eso que queremos cambiar.
Si tenemos asumido eso y entonces no vamos a estar buscando su aprobación, hemos dado un pequeño gran Paso hacia nuestro crecimiento interno. No es posible cambiar algo de nuestro interior si no hay “algo” que nos haga ruido porque entonces estaría todo bien. Esa piedra en el zapato es la luz en el tablero que algo nos estaba indicando.
Luego de asumir y no negar más es posible avanzar, obviamente que eso no implica que surjan otros obstáculos más adelante pero bueno, eso se verá en su momento. Aquí es cuando la Astrología hace su valiosísimo aporte permitiéndonos comprender muchas de las situaciones que estamos viviendo y poder abordarlas desde un lugar distinto. Si algo nos molesta es porque no hemos comprendido en el fondo cuál es el mensaje oculto allí.
Hay un punto que es clave en toda esa develación y es que por más que sepamos que queremos cambiar la situación actual, no es fácil, ya que en todo lo que descubrimos que estamos inmersos hay un detalle, estamos ACOSTUMBRADOS.
Desde lo astrológico lo que nos permite comprender la base de nuestras costumbres son las funcionalidades de los planetas integrando el signo en que se encuentren más aspectos y casas. Realizando un primer abordaje respecto de la ubicación general ya es posible establecer desde qué enfoque te mueves en el día a día. También cuál es tu temperamento y que en realidad ya esos dos factores alimentan la costumbre.
A esa información hay que sumarle el mecanismo lunar con toda su coraza defensiva y sus múltiples caras y reacciones. Y así avanzar con las demás funcionalidades que se plantea en una carta natal. De esa manera comenzamos a entender por qué uno encara el día a día de la forma en que lo hace.
Todo comienza con un primer paso, lo que sigue luego es animarse a seguir dando los siguientes entendiendo que así se comienza y que lo más enriquecedor es el viaje en sí más allá del destino.
Carolina Capmany
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