Se vienen días con energías provocadoras. Considerando el trasfondo emocional en el cual estamos al haber ingresado el Sol al signo de Cáncer, hay que prestar mucha atención a qué clase de decisiones tomarás estos días. Desde dónde lo harás, ya que habrá provocaciones varias que pueden llegar a gatillar reacciones no deseadas. Veamos.
Luego del Solsticio y la Luna llena en Capricornio cuyo eje involucra principalmente tu mundo interno -mundo externo, lo que has aprendido y cómo lo vuelcas al mundo, ahora las energías se dinamizan, llaman a la acción. Y en esa acción, hay que tener mucho cuidado porque más allá de la acción en sí, lo que hay que considerar es lo que la motiva. Y aquí es donde quiero detenerme unos instantes.
La conciencia en estos momentos invita a la introspección, a la autoobservación de tu nido interno, quizás cuestiones del pasado aparezcan. Replanteos de qué situaciones y/o personas han sido sostén en tu vida, con las cuales te has sentido a resguardo, te han cobijado y contenido en tus momentos de mayor desamparo. Todo eso emerge, y por lo tanto, o bien puede surgir como un simple recuerdo valoratorio y desapegado o como un anhelo de volver a vivirlo. Si sucede lo segundo, significa que hay cuestiones aún abiertas, que no han sanado. Significa que el refugio aún llama y en el fondo quisieras volver allí, más allá de lo que haya sido, fue tu lugar de resguardo al fin y al cabo. Y aquí no se trata de considerar un lugar físico y concreto sino que también esto involucra sensaciones del pasado que quizás ahora rememores, resurjan y extrañes. Una cosa es valorarlo y agradecerlo como parte de una etapa y otra muy distinta y querer recrear recurrentemente esa “cueva segura” porque allí sentías que tenías un lugar, un resguardo, sobre todo de este mundo tan cruel. Y aquí es donde también resurge la conexión con tu niño interior, esa personita tan vulnerable y sensible que no pudo expresarse en su momento, que quizás vivió situaciones muy dolorosas y tristes como así también alegres y que no supo expresarlas del todo. Y ahora con la temporada canceriana, resurgen cual agua que brota de un pozo y que quiere ser vista y considerada.
Ante todo ese escenario, que es una oportunidad para revisar entonces qué hay allí como heridas aún no reconocidas, surge un escenario un tanto provocador. En estos días en donde la Luna luego de transitar el signo de Piscis con lo cual propiciará aún más un clima tal vez melancólico e introspectivo, hará su ingreso al signo de Aries. A todo eso, lo que se le suma y es lo que quiero que consideres como punto a atender, es la gran tensión que habrá entre Marte que está en Leo, quien se opondrá a Saturno en Acuario y Urano que está en tensión a ambos en Tauro. En Astrología esto se lo denomina T cuadrada y es un aspecto de alta tensión. Esta configuración se producirá el día de la Luna Cuarto Menguante en Aries. Entonces aquí, ante el trasfondo sensible que te mencioné antes, se presenta una gran tensión. ¿Qué puede significar todo eso ante ese escenario de base? Puede significar que reacciones emocionalmente de forma que luego te arrepientas. No hay peor reacción que la que surge de heridas emocionales o desde una defensa ante un ilusorio ataque. Y digo ilusorio porque cuando hay postura defensiva, cualquier situación es probable verla como ataque. En esas instancias, no suele haber objetividad, se toman las cosas muy a personal y se reacciona. Y aquí el disparador puede que surja entre la energía de Marte que es la búsqueda de ese reconocimiento que no llega, representado por ese Saturno que pone freno al impulso marciano. Eso en general, es como decir, que la fecha se choca con una muralla. Eso a nivel energético provoca que la ira aumente, y puede ser aún peor. El planeta que está como definidor de la situación es Urano, con lo cual es probable que luego del choque quieras escapar, huir y desconectarte de lo sucedido.
Aquí la clave entonces es que sintonices con la energía de la Luna Cuarto menguante para decidir soltar broncas del pasado, no tomarte a personal lo que sea que “te hayan hecho o dicho” y usar la energía de Urano para desapegarte con aprendizaje involucrado. El camino hacia la evolución emocional o madurez emocional comienza cuando decidimos salir del refugio y soltamos el “me hizo - no me hizo”. Es tiempo de que cada quien asuma la responsabilidad de sus palabras, emociones y acciones y no culpar a otros de lo que fue o no fue. ¡Buena semana!
Carolina Capmany
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