¡Hola! Aquí estoy nuevamente para compartir qué energías nos acompañan estos días y qué implican a nivel simbólico. Esta semana realmente viene con mucho movimiento y muchos cambios. Esta semana se produce uno de los eventos más esperados del año y del cual desde el mundo astrológico, más se ha hablado. Empecemos.
En principio, la semana comienza con la famosa y muy hablada conjunción entre Júpiter y Neptuno. La vez anterior que estuvieron juntos en el signo de los peces fue en 1856 - 1857. Este suceso por lo tanto no es algo frecuente e implica una conexión espiritual, un movimiento de cambio e inicio. Júpiter es el antiguo regente de Piscis y sigue conectado con esa energía, por lo tanto, hay cierta resonancia con Neptuno, actual regente de Piscis. El hecho de que se “junten” lo que puede significar es una amplificación de tu sentido espiritual, de resonar con quienes buscan un sentido más profundo y sensible a sus vidas. Sin embargo, la contracara de esta conexión es la creencia hechizante de un salvador, de un mesías, de un gurú que te guiará por el camino correcto. Es decir, la posibilidad de engaños, mentiras, mucha ilusión y expectativas. La clave para no entrar en esa versión de la historia es no estar esperando que de afuera te brinden soluciones. Por lo tanto, la pregunta que surge es cuál es tu demanda de esperanza afuera, cuánto en realidad estás esperando que de afuera vengan tus soluciones. El paradigma religioso en donde ubican al dios externo que te salvará, entregando entonces tu poder al designio de quién sabe está sobre el tapete. La invitación es a que desenmascares a la víctima en ti que espera que la salven. Por ubicarnos en esa posición es que regalamos nuestra energía y poder de resolución al afuera y nos exponemos a la mentira y al engaño. Aquí la cuestión radica en descubrir tu sensibilidad interior, tu fuerza espiritual y abrirte a desarrollar tu intuición.
Como parte de los movimientos de energías de esta semana. Mercurio es quien hace su cambio de signo, ingresando al signo de Tauro. Luego de su paso por el fogoso Aries, cambia de textura bajando los decibeles y trayendo procesos mentales más rumiantes y lentos. Mercurio en Tauro es pensar como el toro cuando está rumiando su alimento, con lentitud, tranquilidad y mientras tomarse un tecito. Si estando en Aries, tus palabras echaban fuego, ahora el ritmo es diferente, la invitación es a que proceses tus pensamientos, tu comunicación. También da un sentido más práctico, mente práctica, simple, concreta. Palabras que conecten con tus sentidos, comunicar desde tu percepción sensorial. Sería interesante que le des un lugar en tu mente a lo que realmente disfrutas, valoras y que quizás ni siquiera te tomas un tiempo para pensar.
Como te mencioné hay varios movimientos esta semana. otro cambio de signo es de parte de Marte, que deja atrás a Acuario para ingresar en aguas piscianas. Aquí el guerrero no está del todo cómodo, no hace pie en ese océano profundo con lo cual aquí más que ahogar tus deseos o tu iniciativa de lo que se trata es de conectar con tu lado intuitivo. Una interesante integración de esta configuración es reconocer cuán sensible estás ante lo que deseas, lo que quieres. Cuánto te conmueve, emociona y nutre espiritualmente eso que dices querer. Es una oportunidad para que quede expuesto el caos reinante ante tus inicios, quizás descubrir que cada vez que empiezas algo sientes confusión y te nublas. Es una oportunidad entonces para despejar y conectar con tu ser esencial. Si hay confusión y ruidos qué mejor que reconocerlos y hacerlos a un lado.
Y como cierre de esta semana contamos con un acontecimiento muy importante que es la Luna Llena en Libra, abriendo así la temporada de eclipses, siendo el primero el 30 de abril próximo. Este suceso es una luna de manifestación, de exposición y de reconocimiento. Habrá quizás sucesos que dejen expuesto cuánto de lo que dices querer realmente considera al otro. Si en tus proyectos y objetivos en realidad hay unilateralidad, hay imposiciones y no hay acuerdos. Tal vez se materialicen reclamos de tu pareja, de tu socio, cuestiones que no consideraste y que el otro te lo muestra. Aceptar que hay otras versiones distintas de las cosas, además de tu visión, de tu posición y no rechazar lo diferente. Es una fase de lunación para trabajar qué te sucede con el compartir y dar y el recibir. Quizás descubres que no recibes, que solamente quieres imponer lo tuyo. Aprovecha entonces las energías de la semana para explorarte y aceptar otras versiones de la vida y sus posibilidades. ¡Feliz lunación y buena semana!
Carolina Capmany
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